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Es muy importante observar el estado anímico de los niños al salir de la escuela. Reconocemos que en las escuelas suceden cosas todos los días y un día que otro los niños pueden salir, enojados, tristes, pensativos, preocupados y felices. Al mencionar esto, queremos decir que como parte de nuestro trabajo como padres debemos estar presentes en todo momento. El proceso de enseñanza es más efectivo cuando los niños están en un estado cómodo, feliz, relajado. En ese momento el cerebro está apto para recibir información y poder procesarla cómodamente. La neurofelicidad es el resultado de la activación de determinados circuitos cerebrales, unos circuitos diseñados y perfeccionados por la evolución para brindarnos un estado de bienestar. Lógicamente, en esos circuitos neuronales intervienen neurotransmisores concretos que pueden ser estudiados científicamente. La clave está en descubrir cómo activar esos circuitos de modo voluntario y consciente pues, de este modo, podremos proporcionarnos a nosotros mismos experiencias de felicidad. Cuando un niño recibe estímulos positivos, el cerebro segrega oxitocina, lo que favorece los circuitos neuronales que permiten un correcto desarrollo. Este proceso es clave para la función ejecutiva y las habilidades de autorregulación, las que dependen de tres tipos de funciones cerebrales: (Memoria de trabajo, Flexibilidad mental, Autocontrol). Estas repercuten en la capacidad de: (Fijarse metas, hacer planes y evaluarlos, Tomar desiciones y resolver problemas.Concentrarse y mantener la atención.Seguir reglas y controlar impulsos). Los niños no nacen con estas habilidades pero sí con el potencial de desarrollarlas. Entonces, ¿Qué necesita un cerebro humano para lograr su máximo potencial?
Nutrición, salud y educación adecuada. Crecer en un ambiente donde se garantice su seguridad y protección.Interacción significativa padre e hijo: cuando los padres responden a los requerimientos de afecto, estimulación y cuidado de sus hijos se genera un apego seguro, permitiendo modular la respuesta ante el estrés. Así que, a trabajar por un cerebro feliz.

Un Cerebro Feliz es el mejor para aprender…

Dra. Lyliana Rivera Ed.D, CBT,NLPM,REBT
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