Por:Dra. Lyliana Rivera Tirado Ed.D, CBT, NLPM, REBT
28/octubre/2021

La felicidad es el estado emocional de una persona feliz; es la sensación de bienestar y realización que se experimenta cuando se alcanzan las metas, deseos y propósitos; es un momento duradero de satisfacción. ¿ Cuán importante es que los niños estén en un lugar donde trasmita felicidad y a la vez aprendan?. Pues, es sumamente importante, ya que el niño está relajado y en paz. Cuando un niño está feliz su cerebro también lo está. Los momentos felices tienen grandes beneficios en los más pequeños, convirtiéndose en un derecho de los niños.

La felicidad trae consigo la calma, liberación de estrés, estimulación en las destrezas motoras, cognitivas, sociales y emocionales. Esto favorece las conexiones con el mundo que lo rodea, permitiéndole entender normas sociales, reglas de ejecución y la resolución de problemas. La felicidad genera cambios a nivel neuronal con la liberación de diversas sustancias como la serotonina y las endorfinas reduciendo el estrés y la ansiedad y la favorecen la regulación del estado de ánimo.
La sociedad actual es una de competir, muchos padres compiten sobre las notas de sus hijos, lo bueno que son en las materias, lo que se entiende único y necesario para alcanzar el éxito. Sin embargo, son pocos los padres que les puede interesar identificar escuelas o colegios en donde les enseñen a sus hijos a ser felices, enseñanza sobre inteligencia emocional, resolución de conflicto entre otro. No se debe olvidar que la felicidad, la resolución de conflictos, la calma, el respeto de opiniones entre otras cosas se aprende y se construye desde edad temprana. Es importante que se identifique la forma de trabajar la educación emocional en las escuelas, un niño es feliz en la escuela cuando demuestra habilidades de resolución de conflictos, cuando se acepta y ama tal cual es, establece y construye buenas relaciones sociales con los compañeros y adultos, aprovecha los errores para aprender, no solo en las materias también en el diario.

Las escuelas deben promover un ambiente de paz, conocimiento, respeto y valores. Todo estudiante que identifique un error y lo utilice como una oportunidad para aprender y creer, manejándolo exitosamente de acuerdo con la edad, es un niño feliz y será un adulto feliz, no importando las situaciones que se le presenten, tendrá las herramientas para triunfar en su camino llamado vida. En un mundo de cambio constante, es evidente la necesidad de que los centros educativos trabajen para fomentar una inteligencia emocional positiva. Construyendo una sana personal e intrapersonal comunicación, autoestima y amor propio. El desarrollo de estas habilidades debe ser trabajadas desde edades tempranas, ayudaría a evitar conflictos futuros.
Es importante utilizar todas las herramientas educativas y en edades tempranas no hay nada mejor que utilizar el juego. Jugar crea un espacio de armonía y los niños disfrutan. También, se debe conocer los talentos, hobbies e intereses de los niños para crear una zona de confianza y dinamismo. Se deben permitir los errores para que los niños conozcan los diferentes sentimientos, la sobreprotección es dañina, no ayuda en el desarrollo de los niños. El apoyo familiar, la forma en que resuelven los conflictos y trabajan como familia será la clave del éxito.



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