El juego en los niños puede contribuir significativamente al desarrollo de la conciencia fonológica, que es la capacidad de reconocer y manipular los sonidos del lenguaje hablado. Durante el juego, los niños suelen participar en actividades que implican la utilización y manipulación del lenguaje de manera divertida y creativa. Esto puede incluir rimas, canciones, juegos de palabras, adivinanzas, y otros juegos lingüísticos.
Al participar en estas actividades, los niños están expuestos a una variedad de sonidos del lenguaje hablado y aprenden a discriminar entre ellos. Por ejemplo, al jugar con rimas, los niños reconocen patrones de sonido y desarrollan la habilidad de identificar palabras que suenan de manera similar. Además, juegos como “encuentra la palabra que empieza/concluye con cierto sonido” también fortalecen la conciencia fonológica al hacer que los niños presten atención a los sonidos individuales que componen las palabras.
En resumen, el juego proporciona un entorno divertido y natural para que los niños exploren y practiquen los aspectos fundamentales del lenguaje, incluida la conciencia fonológica. Esto les ayuda a desarrollar habilidades importantes para la lectura y la escritura.
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