21/junio/2024
Dra. Lyliana Rivera

Trabajar los miedos en los niños a través del juego es una estrategia eficaz porque permite abordar sus preocupaciones en un entorno seguro y controlado. Aquí hay algunas formas de hacerlo:
1. Juego de roles: Permitir que los niños actúen diferentes situaciones que les causan miedo puede ayudarles a enfrentarse a sus temores de manera indirecta. Por ejemplo, si tienen miedo a la oscuridad, pueden jugar a ser exploradores en una cueva oscura (puede ser una habitación con poca luz).
2. Historias y cuentos: Crear historias en las que los personajes enfrentan y superan miedos similares a los del niño puede ser muy útil. Los niños pueden identificarse con los personajes y aprender estrategias para enfrentar sus propios miedos.
3. Juegos simbólicos: Usar muñecos, peluches o figuras de acción para representar situaciones temidas. Los niños pueden controlar la narrativa y resolver problemas a su manera, lo cual les da una sensación de control sobre sus miedos.
4. Arte y manualidades: Dibujar o pintar sus miedos puede ser una forma catártica de expresarlos. Luego, pueden alterar esos dibujos (por ejemplo, añadiendo elementos cómicos) para hacerlos menos aterradores.
5. **Juegos físicos**: Actividades como el escondite o carreras de obstáculos pueden ayudar a los niños a liberar tensión y ansiedad. Además, los juegos que involucran movimiento pueden distraerlos de sus miedos.
6. Juegos de imaginación: Crear escenarios imaginarios en los que el niño es un héroe que enfrenta y vence sus miedos puede fortalecer su confianza. Por ejemplo, imaginarse con superpoderes que les permiten enfrentar cualquier cosa que les asuste.
7. Juegos de mesa y cartas: Algunos juegos están diseñados específicamente para abordar miedos y emociones. Pueden proporcionar un contexto estructurado en el que los niños pueden hablar de sus miedos de manera lúdica.
8. Música y danza: Bailar o cantar puede ser una excelente forma de liberar estrés y miedos. Crear una canción sobre sus miedos y cómo superarlos puede ser muy empoderante.
Al incorporar estos métodos, es importante que los adultos mantengan una actitud de apoyo y comprensión, validando los sentimientos del niño y proporcionándole un espacio seguro para explorar y enfrentar sus miedos.


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