24/septiembre/2024
Dra. Lyliana Rivera
El juego desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la percepción visual en los niños. Al participar en actividades activas y divertidas, los niños tienen la oportunidad de mejorar habilidades visuales clave, como las siguientes:
1. Coordinación ojo-mano: Juegos que requieren manipular objetos, como lanzar pelotas o ensamblar rompecabezas, ayudan a los niños a sincronizar lo que ven con los movimientos de sus manos.
2. Diferenciación visual: Juegos de clasificación, como agrupar por colores o formas, ayudan a los niños a distinguir entre diferentes elementos, lo que mejora su capacidad para reconocer y diferenciar detalles visuales.
3. Percepción espacial: Juegos como construir con bloques o utilizar juguetes de construcción les enseñan a los niños a percibir relaciones espaciales, como el tamaño, la distancia y la orientación de los objetos.
4. Memoria visual: Juegos de memoria en los que los niños deben recordar la ubicación de objetos o imágenes fortalecen su habilidad para retener y procesar información visual.
5. Atención visual: Los juegos que requieren que los niños sigan objetos en movimiento o busquen detalles en un entorno ayudan a mejorar su capacidad para concentrarse en estímulos visuales relevantes.
A través del juego, los niños desarrollan estas habilidades visuales de manera natural y divertida, lo que contribuye significativamente a su aprendizaje y rendimiento en otras áreas, como la lectura y las matemáticas.



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