31/octubre/2024
Dra. Lyliana Rivera

La terapia de juego tiene efectos positivos comprobados en personas con Alzheimer y otras formas de demencia. Esta intervención se utiliza para aliviar síntomas, mantener funciones cognitivas y mejorar la calidad de vida. A continuación, algunos beneficios que la ciencia ha documentado:
1. Estimulación Cognitiva: Juegos que desafían la memoria, el lenguaje y la concentración pueden ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo, promoviendo la neuroplasticidad. Actividades como acertijos, juegos de palabras o actividades de emparejamiento han mostrado efectos positivos en la retención de habilidades cognitivas y en la memoria.
2. Reducción de la Ansiedad y la Agitación: El Alzheimer suele traer consigo ansiedad, frustración y episodios de agitación. La terapia de juego proporciona una actividad estructurada y controlada que ayuda a calmar y relajar al paciente, disminuyendo los comportamientos ansiosos o agresivos. Esto es especialmente útil en etapas intermedias y avanzadas de la enfermedad.
3. Mejora del Estado de Ánimo: Actividades lúdicas, especialmente las que implican creatividad y expresión personal, como pintar, moldear arcilla o hacer manualidades, pueden liberar endorfinas y mejorar el ánimo. La terapia de juego puede ayudar a reducir los síntomas de depresión que suelen acompañar al Alzheimer.
4. Fomento de la Socialización: El aislamiento social es común en personas con Alzheimer. La terapia de juego en grupo permite la interacción con otras personas, promoviendo la conexión emocional, el sentido de pertenencia y el fortalecimiento de habilidades sociales, lo cual mejora la calidad de vida y reduce el sentimiento de soledad.
5. Estimulación Sensorial: Muchas actividades en la terapia de juego integran estímulos visuales, auditivos y táctiles que ayudan a activar distintas áreas del cerebro. Por ejemplo, juegos con texturas, colores vivos o sonidos agradables son beneficiosos para estimular sentidos que se ven afectados en las etapas avanzadas del Alzheimer, ayudando a mantener una conexión con el entorno.
6. Mantener la Motricidad: Juegos que implican el uso de las manos y movimientos controlados, como actividades de ensartar, ordenar o manipular objetos, ayudan a conservar la motricidad fina. Esto también beneficia la coordinación y puede mantener cierto nivel de independencia en tareas diarias básicas.
7. Fomento de la Autonomía y la Identidad Personal: Al participar en juegos y actividades en las que pueden tomar decisiones o completar tareas, los pacientes experimentan un sentido de logro y control, lo cual es importante para mantener la autoestima y la identidad personal.
La evidencia científica sugiere que la terapia de juego puede ser una herramienta eficaz para complementar el tratamiento en pacientes con Alzheimer, ayudando no solo en el aspecto cognitivo sino también en el emocional, físico y social. Estos beneficios contribuyen a mejorar la calidad de vida y a ofrecer un enfoque holístico en el manejo de la enfermedad.
¡ A JUGAR!


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