Enero/04/2025
Dra. Lyliana Rivera

Enseñar a nadar a niños en el espectro autista es de gran importancia debido a una combinación de beneficios relacionados con la seguridad, el desarrollo físico y emocional, y la mejora de habilidades sociales. Algunos de los puntos clave incluyen:
1. Seguridad
• Prevención de ahogamientos: Los niños con autismo tienen un mayor riesgo de accidentes relacionados con el agua debido a su tendencia a la curiosidad y, en algunos casos, a la falta de conciencia del peligro. Aprender a nadar puede ser una habilidad salvavidas esencial.
• Desarrollo de habilidades de supervivencia: Aprender a flotar, mantener la calma en el agua y nadar hacia la orilla reduce significativamente los riesgos de accidentes.
2. Beneficios físicos
• Coordinación motora: La natación ayuda a desarrollar la coordinación y fortalecer músculos, mejorando el tono muscular y la postura.
• Reducción de estrés físico: La flotabilidad del agua reduce la presión en las articulaciones, proporcionando un ambiente donde pueden moverse con más libertad.
3. Beneficios sensoriales
• Regulación sensorial: El agua puede tener un efecto calmante para muchos niños con autismo, ayudando a regular su sistema nervioso. El contacto con el agua y la presión que esta ejerce puede ser reconfortante para quienes experimentan hipersensibilidad sensorial.
• Mejora de la integración sensorial: Las actividades acuáticas implican estímulos táctiles, visuales y vestibulares que ayudan a los niños a procesar mejor su entorno.
4. Desarrollo emocional y psicológico
• Aumento de la confianza: Lograr habilidades en el agua incrementa la autoestima y el sentido de logro.
• Reducción de la ansiedad: La natación puede ser terapéutica, ayudando a disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
5. Beneficios sociales
• Interacción con otros niños: Las clases de natación suelen ser una oportunidad para practicar habilidades sociales en un ambiente estructurado.
• Aprendizaje de reglas y rutinas: Seguir las instrucciones del instructor ayuda a los niños a adaptarse mejor a entornos estructurados.
6. Fomento de una actividad recreativa inclusiva
• La natación es una actividad que pueden disfrutar personas de todas las edades y habilidades, proporcionando a los niños una actividad recreativa que fomenta la inclusión.
En resumen, enseñar a los niños del espectro autista a nadar no solo mejora su seguridad, sino que también tiene un impacto positivo en su bienestar físico, emocional y social, promoviendo una mejor calidad de vida.


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