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11/enero/2025

Dra. Lyliana Rivera Tirado

La terapia de juego puede ser una herramienta muy efectiva para apoyar a los niños diagnosticados con discalculia, ya que utiliza actividades lúdicas para ayudarles a superar desafíos en el aprendizaje y en sus habilidades emocionales. A continuación, se describen algunos de los principales beneficios:

1. Aprendizaje práctico y multisensorial

La terapia de juego permite que los niños aprendan conceptos matemáticos de forma tangible y visual. Por ejemplo:

• Usar bloques, fichas o juegos de mesa para representar cantidades y operaciones.

• Incorporar actividades físicas, como saltos o movimientos, para enseñar el conteo o patrones.

Este enfoque multisensorial ayuda a los niños a comprender conceptos abstractos a través de experiencias concretas.

2. Reducción de la ansiedad matemática

Muchos niños con discalculia desarrollan ansiedad relacionada con las matemáticas. La terapia de juego transforma el aprendizaje en una experiencia divertida y sin presión, lo que les permite explorar conceptos matemáticos sin temor al fracaso.

3. Mejora de la autoestima

Los juegos son una forma positiva de lograr pequeños éxitos, lo que refuerza la confianza de los niños en sus habilidades. Cuando logran resolver problemas o ganar un juego relacionado con las matemáticas, se sienten más motivados y seguros.

4. Desarrollo de habilidades cognitivas y de resolución de problemas

La terapia de juego ayuda a fortalecer habilidades cognitivas importantes, como:

• Memoria a corto plazo (por ejemplo, juegos de memoria con números).

• Reconocimiento de patrones.

• Resolución de problemas mediante estrategias lúdicas.

Estas habilidades son esenciales para abordar desafíos matemáticos y otros aspectos del aprendizaje.

5. Mejora de las habilidades sociales

Muchos juegos terapéuticos se realizan en grupos, lo que fomenta la colaboración, la comunicación y el trabajo en equipo. Estas actividades ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales mientras practican conceptos matemáticos.

6. Desarrollo de la motricidad fina

Algunos juegos terapéuticos implican manipular objetos pequeños, lo que refuerza la coordinación ojo-mano y la motricidad fina, habilidades necesarias para escribir números y operar con materiales manipulativos.

7. Personalización del aprendizaje

La terapia de juego permite adaptar las actividades a las necesidades específicas del niño. Por ejemplo:

• Juegos enfocados en la numeración básica para niños con dificultades en el conteo.

• Actividades con fracciones o geometría para niños que necesitan practicar conceptos más avanzados.

Ejemplos de actividades útiles

• Juegos de cartas o dominó: Para practicar el reconocimiento de números y el conteo.

• Rompecabezas y bloques de construcción: Para trabajar la percepción espacial y las relaciones entre cantidades.

• Juegos de mesa matemáticos: Como Monopoly, que enseña suma, resta y planificación.

• Cazadores de patrones: Juegos donde los niños encuentran secuencias o patrones numéricos.

En resumen, la terapia de juego no solo ayuda a los niños con discalculia a aprender matemáticas de manera más efectiva, sino que también mejora su bienestar emocional, social y general, haciendo del aprendizaje una experiencia positiva e inclusiva.

¡ A JUGAR !