29/diciembre/2025
Dra. Lyliana Rivera
Ayudar a un joven con autismo a preparar su agenda del próximo año es una estrategia clave para fomentar la autonomía, la autorregulación emocional y la organización del tiempo. Una agenda bien estructurada funciona como un apoyo visual y cognitivo que reduce la ansiedad, anticipa eventos y fortalece las habilidades de vida independiente.
Comenzando por “Conocer el perfil del joven”
Antes de diseñar la agenda, es fundamental comprender las necesidades individuales del joven, entiéndase:
- Nivel de funcionamiento ejecutivo.
- Preferencias de aprendizaje (visual, escrita o digital).
- Tolerancia a cambios.
- Rutinas existentes.
- Intereses personales.
IMPORTANTE: La agenda debe adaptarse al joven, no el joven a la agenda.
Luego, es importante crear una estructura clara y predecible. La previsibilidad es esencial. Se recomienda:
- Mantener un formato constante durante todo el año.
- Dividir la agenda por áreas: académico, terapias, vida diaria, metas personales y autocuidado.
- Usar códigos de color consistentes.
Luego de esta creación debe ser la planificación por ciclos, en lugar de trabajar todo el año a la vez:
- Dividir el año en trimestres o bimestres.
- Presentar una visión anual sencilla.
- Detallar solo el primer periodo.
- Revisar y ajustar periódicamente.
De igual forma se debe establecer metas funcionales y alcanzables. Las metas deben ser específicas y observables:
- Usar la agenda varios días a la semana.
- Preparar materiales con anticipación.
- Llegar puntual a actividades.
Cada meta debe incluir pasos pequeños, apoyos visuales y refuerzos positivos.
Siempre es importante integrar el autocuidado. La agenda debe incluir:
- Pausas sensoriales.
- Tiempo de transición.
- Días de baja demanda.
- Espacios para intereses personales.
El descanso también es una habilidad de vida. Anticipar cambios y enseñar flexibilidad. Para manejar cambios se debe incluir notas de posibles modificaciones, crear un plan alterno y realizar revisiones semanales para ajustes.
Establecer el rol del adulto es importante e imprescindible. El adulto debe acompañar y guiar, construir la agenda junto al joven, ofrecer opciones limitadas, modelar el uso de la agenda y valorar el esfuerzo más que la perfección.
¿ cuáles serían los indicadores de éxito?
La agenda es efectiva cuando el joven:
- La consulta de forma independiente.
- Anticipa actividades con menor ansiedad.
- Acepta ajustes.
- Reconoce sus logros.
Preparar una agenda anual con un joven con autismo es un proceso educativo que fortalece la autonomía, la planificación y el bienestar emocional, respetando su neurodiversidad y ritmo individual.
Para más detalles se puede comunicar a:
info@leaneducationprinc.com



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