Este semestre ha sido un espacio de crecimiento profundo, no solo para los jóvenes participantes, sino también para quienes acompañamos sus procesos. Cada sesión confirmó que la autonomía no se enseña únicamente con instrucciones, sino que se construye con confianza, paciencia, constancia y vínculo.
A lo largo del semestre observamos avances significativos en áreas clave como:
• La toma de decisiones, aun cuando implica equivocarse.
• El desarrollo de responsabilidad personal en tareas cotidianas.
• El fortalecimiento de la comunicación funcional y emocional.
• El reconocimiento de que cada joven avanza a su propio ritmo, y que ese ritmo es válido.
Aprendimos que el aprendizaje más poderoso ocurre cuando los jóvenes se sienten seguros, escuchados y valorados, y cuando el error deja de verse como una falla para convertirse en una oportunidad.
Me llevo en el corazón:
• La mirada de logro cuando algo que parecía imposible se logra.
• La persistencia silenciosa de quienes no se rinden, aunque el proceso sea difícil.
• La confianza que depositaron en el programa, en el equipo y en sí mismos.
• Los pequeños grandes pasos que, aunque a veces no hacen ruido, transforman vidas.
Este semestre reafirmó que la autonomía también es emocional: aprender a expresar, a pedir ayuda, a regularse y a creer en las propias capacidades.
Lo que seguiremos trabajando:
Mirando hacia adelante, el compromiso del programa es continuar fortaleciendo:
• Destrezas de vida diaria e independencia funcional.
• Autorregulación emocional y manejo de la frustración.
• Habilidades sociales y de convivencia, en contextos reales.
• Preparación para la vida adulta, el trabajo, la comunidad y la toma de decisiones.
• La construcción de una identidad positiva, basada en fortalezas y no en limitaciones.
Seguiremos trabajando desde una mirada respetuosa, individualizada y basada en evidencia, entendiendo que la autonomía no es un destino, sino un camino que se recorre acompañado.
Gracias a todos,
Lyliana
LEAN EDUCATION PR 
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